El museo del Prado de Madrid es uno de los museos más importantes del mundo, y vale la pena pasar muchas horas visitándolo. De Caravaggio a Goya, Raffaello y Velázquez, el Prado recoge la historia del arte europeo de los últimos cinco siglos. Para poderlo visitar con tranquilidad, es mejor ir de lunes a viernes, ya que habrá menos gente. Debes saber que si llevas muchas bolsas, es posible que el tiempo de espera para entrar sea un poco largo. Por otro lado, el museo tiene un edificio de consulta para aquellos que sufran el “síndrome de Stendhal”.
Aquí te proponemos las tres obras que no te puedes perder del museo:
David y Goliat de Caravaggio
Esta es una de las obras que Miguel Ángel Merisi, llamado “Caravaggio”, ha realizado en el último periodo de su vida.
La habilidad de Caravaggio de utilizar a voluntad la luz en sus obras, hace destacar de manera impresionante la expresión desfigurada del gigante que cayó en combate. Goliat tiene la aparencia del mismo pintor que, después de haber recibido la sentencia a ser decapitado por matar a un hombre durante una pelea, comenzó a dibujar escenas obsesivas de personas decapitadas con su cara. ¿Alguien tiene el descaro de echarle la culpa?
Los fusilamientos del 3 de mayo de Goya
Goya ha fotografiado de manera impresionante el fusilamiento a los rebeldes españoles por el ejército francés, que tuvo lugar en mayo de 1808.
El pintor hace un gran uso de simbolismo en este cuadro, para mejorar dramáticamente las emociones. El pelotón se compone de hombres sin cara que cumplen órdenes mecánicamente. Frente a ellos, el calor y la transfiguración de la muerte en los gestos de los rebeldes, en cuyas caras se puede leer el miedo, la ira y la ansiedad de la muerte inminente. La escena está iluminada por una fogata, colocada entre los militares y los condenados, para representar con luz en la historia el relieve la violencia de la guerra.
La Maja vestida y la Maja desnuda de Goya
La maja es una mujer del pueblo y para el período en el que se retrató, fue un escándalo que fuera objeto de una pintura. Además, la “maja desnuda” hace alarde de sus características, y es fácil ver por qué la obra de Goya despertó el interés de la Santa Inquisición.
Parece que la mujer de la foto era el amante de Godoy, el primer ministro español, que quería retratarla desnuda antes y después de casarse con otra mujer por orden del rey, vestida. Mientras que en la “Maja Vestida” Goya renuncia a cualquier peculiaridad técnica, en la “desnuda” utiliza muchos trucos y juega con la luz. ¿Sería sólo un truco para retener más tiempo en su estudio a una mujer desnuda?